En la vida asumimos muchas consecuencias. Unas vienen de nuestros actos, reacciones a nuestra forma de vivir o interactuar con los demás, y otras vienen de cómo mantenemos nuestra salud física. A menudo nos preocupamos por nuestra forma de actuar con los demás, dejando de lado lo que nos estamos haciendo a nosotros mismos con nuestro estilo de vida.
El sedentarismo, la falta de actividad física o realizar posturas repetitivas son formas de facilitar la lesión de nuestro cuerpo. A veces es difícil controlar los factores que nos llevan a malas posturas o vicios, Por eso necesitamos acudir a fisioterapeutas que hayan estudiado una formación oficial de Osteopatía y que sean expertos en posturología clínica
La postura es la posición que adopta el cuerpo en el espacio y cambian en función de la actividad. Una buena postura es una postura no lesiva, equilibrada y acorde con la actividad que estamos realizando. Los estudios nos indican que no existe una postura ideal para todo el mundo, sino que la clave del éxito está en realizar de forma frecuente ejercicio físico para contrarrestar las posturas habituales y repetitivas de nuestro día a día.
Si en la columna vertebral hay regiones vertebrales que no se mueven correctamente (hipo movilidades), habrá otras regiones que compensen esa falta de movimiento (hiper movilidades) que a menudo son las regiones vertebrales que producen dolor. Podemos llegar a desarrollar hiperlordosis, hipercifosis, escoliosis o muchas otras enfermedades de la columna. Además, una mala postura puede llevar a problemas respiratorios, deformación muscular y problemas con diferentes órganos.
El osteópata es capaz de evaluar las 3 principales entradas posturales a través de las cuales nuestro cuerpo se relaciona con el entorno: ojos, oídos y pies. Es necesario visitar al osteópata para asegurarnos de que nuestro estilo de vida es el adecuado para prevenir lesiones o posibles maladaptaciones de nuestro sistema postural.
La escoliosis es una deformidad muy común en esta época caracterizada por una curvatura lateral y una rotación vertebral. Deforma la columna de manera que las costillas y los huesos que conectan con ella se acumulan en un lado y separándose en el otro. Esto deriva en problemas al andar, levantarse, dolores musculares, etc.
Para prevenir estas enfermedades debemos de seguir una serie de patrones a la hora de trabajar, descansar o simplemente sentarnos en una bar. Debemos de realizar actividad física para fortalecer los músculos del cuerpo y ayudar a los huesos a corregir la postura, los abdominales hipopresivos y los ejercicios funcionales ayudan a cuidar la espalda. Estirar es muy importante, ya que la columna se puede resentir con el exceso de actividad. Sentarse adecuadamente es algo más complicado de lo que parece. Mucha gente, al sentirse cómodos, se sientan tomando posiciones dignas del circo del sol, lo que puede ser placentero en el momento, con los años puede derivar en enfermedades y dolores.
Dormir en una superficie adecuada es algo muy importante también, ya que dormir en colchones que no se adaptan a nuestro cuerpo no solo es incómodo para dormir, sino que también acaba siendo un problema para la gente. Respirar adecuadamente también es necesario y es que estamos acostumbrados a llevar una respiración muy Superficial (torácica) pero es importante respirar con el abdomen y por la nariz.
Por último, el control del peso. Es vital para tu columna trabajar tu musculatura para adaptarla a los esfuerzos y las actividades que nos exige nuestro día a día. ¿Parecía sencillo verdad? Pues no todo el mundo lleva una vida adecuada como para presumir de postura. Es muy fácil acabar con una enfermedad de este tipo. Busca un osteópata e infórmate para mejorar.