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Cultivo de anís en el jardín

Si buscas una planta que tenga un sabor valiente y exquisito, mas que no requiera de un enorme trabajo en tu jardín, probablemente desees estimar al anís. Como vengo de una familia italiana, el anís es una de las yerbas indispensables en mi cocina, puesto que la uso para adobar diferentes platillos. Si jamás ya antes habías utilizado anís en tu cocina, el sabor te recordará al regaliz.

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Esta planta pequeña y bonita es originaria del sur de Europa y el mediterráneo. Si bien su sabor es afín al del anís estrellado, cabe aclarar que son dos plantas diferentes. El anís estrellado procede de la familia de las Schisandraceae y genera frutas en forma de estrella que tienen un sabor considerablemente más picante e intenso que el anís.

El anís, procedente de la familia Pimpinella anisum, es una planta herbácea capaz de medrar hasta sesenta cm de altura que genera semillas exquisitas que pueden utilizarse en dulces, sopas, pasteles, etc..

De qué manera cultivar anís en casa

El anís requiere una temporada de desarrollo de ciento veinte días por lo menos. Empieza a sembrar anís de seis a ocho semanas en el interior, ya antes de la data de la última helada para tu zona.

Proporciónale pleno sol y un suelo arcilloso rico en materia orgánica con un pH entre seis y seis,7. Si el suelo es muy ácido, puedes añadirle cal. Lo esencial es que tenga buen drenaje, así que agrega compost al suelo si el tuyo es arcilloso.

Por otra parte, agrégale materia orgánica a la tierra si esta carece de nutrientes. Tómate tiempo para deshacer todos y cada uno de los grumos y crear un suelo ligero. El anís es una planta aromatizada que atrae abejas y otros polinizadores.

Cultivar semillas en interiores, exteriores y macetas

Logra plántulas de anís si te resulta bastante difícil trasplantarlas. Debido a su sensibilidad al trasplante, lo mejor es iniciar las semillas en macetas biodegradables en un entorno caluroso, entre quince y veintidos °C, para germinar.

Otra alternativa es la de sembrar las semillas de manera directa afuera justo una vez que acaben las heladas. Plántalas a un centímetro de profundidad en el suelo. La germinación retardará entre siete y catorce días. Una vez que las plántulas tengan un mes y medio de edad, plántalas con una separación de quince a treinta cm a fin de que tengan mejor acceso a la luz solar y más circulación de aire.

Si tienes poco espacio al aire libre, deja de preocuparte, puesto que puedes seleccionar una maceta de veinte cm de profundidad que tenga múltiples agujeros de drenaje. Llénala con una mezcla estéril para macetas hasta un centímetro de la parte superior. Espolvorea las semillas y cúbrelas con una capa fina de tierra. Salpica el suelo con agua.

Cuidados del anís

Riega el anís de manera regular hasta el momento en que las plantas estén establecidas. Planea regarlas dos o 3 veces a la semana hasta el momento en que hayan alcanzado los quince-veinte cm de alto. Entonces, en ese instante vas a poder reducir el suelo.

Una vez establecidas, van a poder permitir periodos de sequía.

En lo que se refiere a la fertilización, no es precisa, mas podría beneficiarse de la aplicación de un fertilizante con ázoe antes que florezca. Sin embargo, asegúrate de efectuar una prueba de suelo ya antes de hacerlo.

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