InicioEcologíaEl mayor yacimiento de gas de Europa, Groningen, es cerrado por Holanda

El mayor yacimiento de gas de Europa, Groningen, es cerrado por Holanda

El agotamiento de Groningen: Un cambio inevitable

Durante más de medio siglo, el yacimiento de Groningen ha sido una fuente inagotable de riqueza para Holanda. Sin embargo, ahora enfrenta su inexorable final. A pesar de las ganancias astronómicas generadas a lo largo de los años, el yacimiento ha experimentado una disminución constante en su producción, además de un problema devastador: los terremotos inducidos por la extracción.

Una decisión postergada

Si bien la decisión de cerrar Groningen se tomó en 2018, diversos factores prolongaron su cierre. La crisis energética y el conflicto en Ucrania afectaron el suministro de gas desde Rusia, lo que llevó a Holanda a posponer su cierre. Aunque el yacimiento no cerrará por completo de inmediato, solo se mantendrán en operación once pozos durante al menos un año más para asegurar la estabilidad energética del país.

Terremotos: El precio de la prosperidad

El verdadero costo de la extracción en Groningen ha sido pagado con terremotos. Durante más de dos décadas, la región ha sufrido temblores recurrentes de baja magnitud pero con daños significativos. Las estructuras e infraestructuras han sido afectadas en repetidas ocasiones, causando no solo pérdidas físicas, sino también un profundo impacto psicológico en la población.

Uno de los terremotos más devastadores ocurrió en octubre de 2022, con su epicentro en Wirdum, a 25 km al norte de Groningen. Este sismo, de magnitud 3.1, generó más de 1.100 informes de daños. Un estudio realizado por la Universidad de Groningen en 2021 reveló que al menos 100.000 personas se han visto directamente afectadas por los terremotos en la región.

De acuerdo con el KNMI, el organismo meteorológico holandés, entre 1986 y 2018 se registraron 1.470 terremotos en los Países Bajos, con una creciente frecuencia. Desde el año 2001, se han producido nueve eventos con una magnitud superior a 3, siendo el más fuerte el de Huizinge en 2012, con una magnitud de 3.6.

El legado de Groningen

El cierre de Groningen marca el fin de una era. Lo que una vez fue un tesoro nacional ahora deja una cicatriz en la región debido a los terremotos y sus consecuencias devastadoras. Los recursos naturales han dejado una lección clara: el costo de su explotación no siempre se puede medir en términos económicos.

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