París revoluciona la manera de combatir el calor urbano
La ciudad de París está a punto de llevar a cabo una transformación sin precedentes en su sistema de refrigeración urbana. Este innovador proyecto extraerá agua del río Sena para enfriar los edificios de la ciudad, frenando la creciente demanda de aparatos de aire acondicionado de alto consumo energético. De esta forma, París se posiciona como líder en la lucha contra el cambio climático y el aumento de la temperatura global.
Sumergiéndonos en el mundo del frío urbano
El sistema de frío urbano de París es una maravilla de la eficiencia energética, oculta bajo los pies de los parisinos. Conformado por diez centrales, es el sistema más grande de Europa. A través de 92 kilómetros de tuberías subterráneas, se distribuye agua fría en un circuito cerrado, proporcionando una agradable frescura a los edificios sin la necesidad de los tradicionales y contaminantes sistemas de aire acondicionado. En el corazón del sistema, las maquinarias en los niveles más profundos de la central enfrían el agua utilizando gas refrigerante, garantizando así la tranquilidad de los habitantes.
Una alternativa sostenible y respetuosa con el medio ambiente
Raphaëlle Nayral, secretaria general de Fraîcheur de Paris, advierte sobre el aumento de las temperaturas en la ciudad y la posibilidad de un clima similar al de Sevilla para el año 2050. Frente a esta situación, los parisinos tienen dos opciones: utilizar sistemas de climatización individuales que generan calor y contribuyen a las llamadas «islas de calor urbanas», o optar por el sistema de frío urbano que mantiene un equilibrio térmico, evitando así agravar la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior de los edificios.
El papel del río Sena en la economía energética
Aunque las centrales requieren electricidad para funcionar, a partir de 2022 más del 50% de esta energía provendrá de plantas solares en territorio francés. Además, el río Sena se convierte en un aliado fundamental al ayudar a disipar el calor generado por las centrales durante el verano, sin que las aguas de la central y el río se mezclen, garantizando así la preservación del ecosistema fluvial.
Una expansión ambiciosa, pero llena de desafíos
Actualmente, Fraîcheur de Paris brinda servicio a 765 clientes, incluyendo instituciones destacadas como el Museo del Louvre y el Palacio Bourbon. Sin embargo, el sector residencial aún no ha sido explorado en su totalidad, principalmente debido a los desafíos asociados con la propiedad múltiple y las renovaciones necesarias para la conexión. A pesar de estos obstáculos, la ambición es clara: triplicar la red y expandir el servicio a hospitales, guarderías y comercios locales.
Aunque el camino no esté exento de desafíos, la inversión inicial se amortiza en una década, lo que junto a los beneficios ambientales posiciona al frío urbano como una alternativa prometedora en la lucha contra el cambio climático. París se sitúa a la vanguardia en Europa, junto a países nórdicos como Suecia o Finlandia, en esta innovadora solución de climatización.
Más información: www.engie.com
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