Las sorprendentes imágenes de Anna Ferrer tras su operación de nariz

Anna Ferrer se ha transformado en una de las influencers más seguidas del panorama nacional. La hija de Paz Padilla, merced a su naturalidad, es uno de los referentes del planeta de la moda y del lifestyle que más interés provoca entre los jóvenes y ha logrado labrarse una carrera en el planeta de internet. A diario comparte con sus seguidores todo cuanto hace, desde sus planes con amigos hasta la muy estrecha relación que sostienen con su madre, que más que su progenitora, es su mejor amiga.

En esta última ocasión, Anna Ferrer ha querido enseñar a sus seguidores de qué manera fueron los días siguientes a su operación de nariz. La joven pasó por quirófano para hacerse una rinoplastia a inicios de año, una intervención muy habitual en el planeta de la estética y que siempre y en toda circunstancia había querido hacerse. El posoperatorio es una de las partes más difíciles y precisa de muchos cuidados hasta el momento en que la inflamación facial se rebaja.

Ya habíamos visto el ya antes y el después, mas no de qué forma vivió esos días la influencer y de qué manera había tenido la cara la joven tras la intervención quirúrgica. Anna Ferrer ha contado de qué forma fue por medio de sus historias de Instagram tras publicar una fotografía con unas botas que han ocasionado mucha sensación y, a causa de desvelar dónde se las adquirió, ha aprovechado para contar y instruir su aspecto físico tras la operación.

La hija de Paz Padilla ha publicado su semblante lleno de vendajes y tiritas y, pese a todo, la verdad es que no se le hinchó tanto como pensaba. Con la cara y los ojos un tanto acardenelados, la joven pudo hacer vida normal prácticamente tras su intervención. Acompañada siempre y en toda circunstancia por su madre, aprovechó para ir de compras y gozar de la compañía de la humorista, quien cuidó de ella en todo instante. Asimismo ha desvelado que la expresentadora de ‘Sálvame’ empleó de amuleto una fotografía de su madre, o sea, la abuela de Anna Ferrer, a fin de que toda la operación saliese bien, tal y como si de una estampa de un beato se tratara. Sin duda, la fotografía le trajo mucha suerte y todo salió con perfección.