Los sistemas de riego se adaptan perfectamente a las necesidades de quienes tienen jardines en sus hogares. Así como también para quienes necesitan mejorar los espacios deportivos en donde se practican ciertas disciplinas como el golf. Asimismo, hay sistemas que han sido diseñados específicamente para atender las necesidades de quienes tienen cultivos.
Tener los espacios verdes y las plantas bien cuidadas no tiene por qué ser una tarea difícil. En cambio, con solo invertir en un sistema de riego adaptado se está eligiendo la mejor solución para obtener un mecanismo automatizado y eficiente. Con este se garantiza tener correctamente hidratadas las plantas, sin que haya fallos en los horarios ni tampoco en la cantidad de agua.
¿Qué es un sistema de riego?
Los sistemas de riego son básicamente redes controladas de distribución de recursos hídricos para la sobrevivencia de las plantas. Son diseñados para impulsar el agua, a través de tuberías hasta llegar a las boquillas o aspersores. Resultan ser muy efectivos para mantener en buen estado a las plantas, que reciben la cantidad de agua adecuada según su tipología.
Asimismo, están diseñados para que funcionen siguiendo una serie de indicaciones en cuanto a la duración de riego, la presión y la frecuencia. Estos son datos modificables y programables y se eligen en función del tipo de planta, cultivo o césped a regar, puesto que la demanda de agua es diferente en cada caso.
Es importante prestar atención al diseño del sistema de riego para garantizar una distribución uniforme y sin desperdicio de agua. Además, para su óptimo funcionamiento a largo plazo se debe invertir en la adquisición de la tecnología de riego más reciente y avanzada.
Tipos de sistema de riego
Al momento de elegir un sistema de riego, y determinar si es el más adecuado, hay que tener en cuenta las características de cada tipo. Estos trabajos deben ser planificados y coordinados por profesionales que conocen cómo es el proceso de instalación. Estos son los sistemas con más demanda en la actualidad:
- Riego por goteo: se considera que es el sistema más eficiente para ahorrar agua porque este se suministra de manera localizada. El sistema consta de varios tubos que van al suelo y están enterrados, los cuales tienen goteros individuales para cada planta, arbusto, seto o árbol.
- Riego por aspersión: se caracteriza por indicar la caída de la lluvia fina, por lo cual la externa se compone de varias mangueras que están conectadas a aspersores que pulverizan el agua. También hay que destacar que en cada sistema el aspersor es rotativo, oscilante o sectorial, de manera que hay que ajustar la orientación.
- Riego con difusores: en este caso se usan difusores fijos o rotativos, que crean una caída de agua que forma un arco.
Es importante conocer estos sistemas, ya que de esa manera se conoce el abanico de alternativas existentes. Por supuesto, hay otros factores a tener en cuenta; como es el caso del tipo de cultivo y de suelo.
Pasos a seguir para el diseño e instalación de los sistemas de riego
Las instalaciones de riego se efectúan siguiendo procedimientos un tanto estrictos. Es importante hacer las cosas bien, pues son sistemas ideados para perdurar. Los pasos para la instalación son los siguientes:
- Levantamiento del área. Técnicos e ingenieros se presentan a domicilio para tomar las medidas del área donde se va a instalar. Es decir, son importantes todos los datos físicos, agronómicos y climáticos.
- Diseño. Con las medidas y otros datos ya se puede proceder al diseño de varias propuestas. Para la elaboración de los mismos se tienen en cuenta los criterios técnicos y estéticos, junto con otros aspectos hidráulicos, agronómicos y climáticos. De esta manera se puede tomar las mejores decisiones en cuanto al tipo de riego y su adaptabilidad.
- Instalación. Para la ejecución de los trabajos de instalación se debe contar con la producción de la propuesta presentada por el equipo de diseño. Es así como comienzan las labores de excavación para continuar con la instalación de la tubería hidráulica. El siguiente paso es la instalación de los aspersores con los emisores junto con el equipo de bombeo.
Finalmente, se debe instalar el control de riego y hacer varias pruebas para comprobar su funcionamiento. El proceso de pruebas demora algo de tiempo, pero permite corregir fallos o zonas que quedaron exentas de agua.